lunes, 7 de febrero de 2011

Una recomendación: Cineclub, una novela de David Gilmour.



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..."-Bueno -dije-, ¿has pensado en lo que hablamos?


Noté que él quería levantarse pero no podía. Miró a su alrededor como si se sintiera constreñido.


A continuación, acercó su cara pálida a la mía como si fuera a revelar un secreto.


-La verdad es -susurró- que no quiero volver a pisar el instituto.


Se me revolvió el estómago.


-De acuerdo, entonces.


Me miró estupefacto. Estaba esperando el quo del quid pro quo.


- Pero con una condición. No tienes que trabajar, no tienes que pagar alquiler. Puedes dormir hasta las cinco todos los días. Pero nada de drogas. Si tomas alguna droga, no hay trato.


-De acuerdo -dijo.


- Lo digo en serio. Como te metas en ese mundo, te daré para el pelo.


-De acuerdo.


-Otra condición -dije. (Me sentía como el detective Colombo).


-¿Cual? -dijo.


-Quiero que veas tres películas a la semana conmigo. Yo las elijo. Es la única educación que vas a recibir.


-Estás de broma -dijo él acto seguido.


No perdí el tiempo. Al día siguiente por la tarde le hice sentarse en el sofá azul del salón, a mi izquierda, corrí las cortinas y le puse Los cuatrocientos golpes de François Truffaut. Me pareció una buena manera de introducirlo en las películas de arte y ensayo europeas, que sabía que iban a aburrirle hasta que aprendiera a verlas. Es como aprender una variación de una gramática regular.


Truffaut, le expliqué (quería ser breve) accedió a la dirección de películas por la puerta de atrás: era un estudiante que había abandonado el instituto (como tú), evitó el servicio militar y era un ladrón de poca monta, pero adoraba las películas y se pasó su infancia colándose en los cines del París de la posguerra."


Cineclub
David Gilmour
2007

5 comentarios:

babel dijo...

Buena recomendación, me gustó mucho este libro. Un repaso, subjetivo pero bastante agudo, de un buen puñado de clásicos y,por otro lado, el cine como instrumento de aprendizaje de la realidad desde un punto de vista masculino, en el papel de padre. Aunque sobre el experimento haya que guardar ciertas distancias.

Saludos

David dijo...

Me gusta mucho este libro, no sólo por sus poderosas connotaciones cinéfilas sino por lo entrañable, humana y admirable que es la manera en que Gilmour, como padre, se acerca a su hijo, en esa edad tan mala, y como usa el cine para estar junto a él y no "perderle" para una vida mejor.
Leanlo.

Saludos
(ciclos de cine)

David dijo...

No lo he leído (aunque ya sé de qué iba). Pero venga... Nada de drogas... Después de todas las que se habrá metido él... Eso no vale (ja,ja).
¿Por qué los padres más.. no sé.. cabras locas...luego suelen ser los más restrictivos? Al menos en ciertos aspectos.
Y luego.. Lo del insti es genial... Porque siendo el hijo de Gilmour, pues bueno... En fin... Me gustó el detalle del hombre, conste. Y ya veo que a los de arriba les gustó el libro, así que supongo que estará bien. No lo he leído.
Un saludo.

David dijo...

@David Safari.
No se si vas por ahí... pero este David Gilmour no es el guitarrista de Pink Floyd, es un escritor y crítico de cine canadiense.

David dijo...

Vaya! Pues iba por ahí porque no sé dónde leí sobre el libro por primera vez... y recuerdo que decían que era el Gilmour de Pink Floyd. Metedura de pata mía (y de la fuente (fue en papel impreso) que la dio y no se informó adecuadamente.
Un saludo y gracias por la aclaración, tocayo.